Hijo de sastres, Adolfo Domínguez, creador y dueño de la marca que lleva su propio nombre, pronto tuvo claro que lo suyo era el diseño, y después de un paso por la universidad y de comprobar quela Filología no era lo suyo, se lanzó de lleno a la creación y fabricación de prendas a las que confiere un estilo propio y característico que lo han encumbrado a lo más alto, siendo el primer diseñador español en cotizar en bolsa.
Innovador en muchos aspectos, también lo es en su forma de abrir puertas a su negocio.
Fue también el primer diseñador español en sacar un perfume con su nombre, Adolfo Domínguez, que rápidamente se hizo un hueco en el mercado, con gran aceptación entre el público. Debido a la buena acogida, fueron añadiéndose más productos, y de la línea de ropa masculina, pasa a fabricar otra línea paralela de ropa para mujer, complementos, bisutería, gafas, cinturones, pañuelos y foulards y un largo etcétera que se iba complementando con ropa para niños hasta conseguir el prestigio nacional e internacional de que hoy en día disfruta.
La ropa de Adolfo Domínguez se basa sobre todo en el diseño, muy cuidado, de líneas sobrias y elegantes y pensado para la mayor comodidad de la persona que lo lleva. Su frase “la arruga es bella”, se hizo enormemente popular en su momento y definía a la perfección el sentir de su artífice.
La ropa de Adolfo Domínguez, siempre se ha asociado a tener un status elevado aunque, como él mismo ha confesado en más de una ocasión, este aspecto no le interesa demasiado. Como ha dicho en numerosas entrevistas, diseña para “una inmensa minoría” y lo que pretende transmitir realmente a través de sus prendas, es no tanto el estatus como la inteligencia de la persona reflejada en su ropa.
Las tiendas AD, presentan cada temporada una selección de prendas cuidadas y exclusivas, pero también relativamente asequibles. Los trajes de caballero, de americana y pantalón son toda una referencia en el mundo de la moda masculina y, hoy en día, siguen plenamente vigentes. Las líneas puras y el tratamiento ecológico que esta marca da a sus prendas, les confiere un aire único e inconfundible y son muchos los clientes que se plantean su compra en AD, como una inversión duradera.
En cuanto a la línea femenina, la marca sigue las mismas pautas de diseño y calidad. Los colores, neutros y naturales, con pinceladas de color nunca chirriantes ni siguiendo las últimas tendencias, sino más bien, exponiendo el resultado de sus innovaciones.
Como ocurre con otras muchas marcas de grandes diseñadores, a menudo sus precios están fuera del alcance de potenciales clientes, a los que les encantaría vestir de ésta o aquella marca concreta y ven como esto no es posible debido a sus elevados precios.
Para ello, los diseñadores más prestigiosos crean sus líneas outlet, en donde podemos encontrar toda la moda de nuestros sueños, esta vez sí, a precios más interesantes, que nos animan a pasar por caja sin tanto sufrimiento.
En lugares como Las Rozas Village en Madrid o La Roca del Vallés en Barcelona, podrás encontrar todo lo que te apetezca de Adolfo Domínguez outlet a precios tan fantásticos que en ocasiones pueden llegar hasta un ¡70%, e incluso más! Encontrarás un espacio donde te divertirás buscando toda tu ropa de marca y accesorios de tu diseñador favorito, a unos precios increíbles, impensables en una tienda convencional.
El ahorro en estos casos es lo fundamental. Y también, la oportunidad de poder vestir ropa de marca, que de otra forma sería muy difícil. Pero también hemos de mirar por nuestros derechos. Al comprar en una tienda outlet, hemos de saber que éstos derechos son exactamente los mismos que en cualquier tienda al uso. Es decir: tiene que haber un periodo para poder cambiar nuestra prenda y también ha de existir la opción de devolución, con el reembolso de nuestro dinero en la misma forma en la que fue pagado: en efectivo o con tarjeta de crédito.
Teniendo todas estas premisas muy claras, ya podemos dirigirnos a nuestra tienda Adolfo Domínguez outlet más cercana y hacernos con esa prenda con la que suspiramos. Solamente nosotros sabremos cuanto hemos pagado por ella. Y a disfrutarla.