Peep toe, cuñas, sandalias planas, bailarinas, zuecos, stilettos… hay tantos tipos de zapatos y tan bonitos que es normal que nos vuelvan locas. Pero claro, empiezas a ojear cualquier catálogo y te gustan todos, o revisas tu armario y siempre salen las típicas frases: “Este vestido me encanta, pero no encuentro zapatos con que combinarlos”, “Mira que bolso más mono, pero, ¿con qué me lo pongo?” “Estos pantalones con unos zapatos resultones vestirían más”.
Bien, entonces te pones manos a la obra y empiezas por la primera solución que se te ocurre: llamar a una amiga e iros de compras. Las dos partís muy felices con grandes expectativas en busca de un par de zapatos ideal. Y si, lo encontráis, pero si habéis nacido con el don de “me fijo siempre en lo más caro” volvéis casa con dos camisetas nuevas, y sin vuestro objetivo cumplido. Entonces abres el armario para colocar las dos camisetas nuevas, y vuestro zapatero (que nunca nos parecerá suficiente por muy lleno que esté) te vuelve a requerir su alimento. Ok, no has podido comprarte esos preciosos y a la vez carísimos zapatos, pero esperaras a rebajas para que bajen el precio.
En este punto puede pasar dos cosas. La primera, y quizá más común, que llegue la época de rebajas y sin saber cómo los zapatos se han vendido antes de que abriesen las puertas o que allí estén en una talla con la cual podrías vivir en el propio zapato o por el contrario con una talla que nos sabes si comprártelos para ti o para tu prima de ocho años. La segunda, que antes del próximo periodo de rebajas te surja un evento. Bien en este caso podrías ponerte cualquier otra cosa, pero tu subconsciente, aliado con tu zapatero, no perdona y se ha emperrado con ese vestido así que no te queda otra y decides que debes comparte un par perfecto para tu vestido huérfano. Entonces el problema del precio vuelve a resurgir.
Esto se podría repetir cual circulo vicioso hasta el fin de los días, o por lo menos de los días en lo que tu cartera llora cada vez que la abres, pero nos olvidamos de un importante personaje en el mundo de las compras. Me refiero al mundo de los Outlets. Es una de las mejores opciones para nuestro “dilema”, ya que hay un montón de estos y en ellos se puede encontrar variedad, cantidad, calidad y por su puesto buenos precios.
Quizá antes solo se podía acceder a ellos si vivías en una ciudad grande con los típicos almacenes que los venden a precio de fabrica o con grandes superficies de Outlets a cuatro paradas de autobús, pero ahora gracias a la proliferación de este tipo de tiendas en la red todo es más accesible. Ya puedes vivir en el pueblo más recóndito de la geografía española, o encontrarte en cualquier parte del mundo que desde tu sofá y con tu conexión a internet acompañada con un refresquito o un café puedes mirar miles de zapatos y lo mejor aún es que además te los llevan estés donde estés.
Casi todas estas páginas tienen un servicio de entrega y recogida, por lo que si no quedas satisfecha también van a por ellos. Otra de las ventajas es que si sois más de una persona que quieren comprar lo tenéis aún mejor, porque podéis compartir los gastos de envío. Aunque a veces, ya que estás compras más de un par por que los precios son muy atractivos. Además que hay tantos que es difícil de elegir solo uno, y ya que estas aprovechas el envío. Y para más inri esta www.sarenza.es que tanto los gastos de envío como de devolución son completamente gratis. Además desde 18€ puedes comprar zapatos por tipo, por marca, por color, para distinto tipo de personas…
Si, puede que estéis pensando, muchos de los zapatos son de temporadas pasadas, ¿y qué importa eso si son del club de las 3B (bueno, bonito y barato)? que yo sepa los zapatos no se tiran de un año para otro. Además también se encuentran ofertas de artículos nuevos.
¿Qué más se puede pedir a estos proveedores de preciosidades para nuestros pies? ya que nos ofrecen zapatos de más temporadas en el catálogo y a mejor precio…bueno podrían regalar un masajito o algo pero eso ya sería mucho pedir ¿no? Bueno tras leer más sobre este fascinante mundo de los Outlets de zapatos ¿quién se puede resistir a navegar y comprar desde casa?